martes, 5 de julio de 2022

La dama y los vagabundos.

Hoy quiero encandilar los oídos y el alma con una preciosa historia de amistad entre dos gatos y una perrita. A priori parece una nueva película de Disney, pero os aseguramos que esta historia es tan real como la vida misma…


Para esto necesito contextualizarlos, mi familia y yo vivimos en el campo, más específicamente en el Pla De Corrals, un pueblo perdido, rodeado de montañas a unos 20 km de Xàtiva, tenemos una casita con algo de terreno, hace 10 años que entró nuestra perrita “ duquesa “ a formar parte de nuestra familia.



Mi hijo tiene la costumbre de bajar todos los sábados a uno de los dos bares que hay en el pueblo (aprovecho para deciros que se almuerza de lujo, hacen unos bocadillos impresionantes) él siempre que almuerza, desde hace años, guarda el ultimo bocado para “ Duquesa”, no importa el hambre que tenga o lo bueno que esté el bocadillo, ella siempre da el último mordisco, pues bien, este era un sábado normal donde ya había terminado de almorzar, cuando mi hijo se dirigía a casa, a pocos metros de llegar escucho unos leves maullidos que venían de una acequia, impactado se acercó a esta y vio dos cachorros de gatos, eran minúsculos y apenas podían abrir los ojos a causa de la infección que tenían.


Queríamos adoptarlos y poderles garantizar una gran vida, pero no podíamos ya que nuestra perrita Duquesa era muy recelosa y digamos que quería todo nuestro amor solo para ella, pero no podíamos dejarlos allí, así que los llevamos al veterinario y nos dio unas gotas para la infección que les fue de maravilla, decidimos dividir el terreno en dos, la perrita se quedaría en la parte de la casita con nosotros, mientras que los gatitos, de nombre, Gato y Botas se quedarían en la zona de las gallinas donde allí en un trastero aparte, tenían refugio y comida para vivir bien.



Pasaron las semanas y un día a principios de febrero decidimos ver si la perrita les hacía algo, y la verdad es que esta se portó estupendamente con ellos, pero ellos no tan bien con ella, ya que por el miedo que tenían no paraban de arañar la nariz de Duquesa, así que decidimos separarlos para que no pasara ninguna desgracia.

Durante los últimos 4 meses estos se han estado viendo a través de una verja, por lo que han tenido tiempo para solucionar sus problemas…. a priori pensamos que nunca se llevarían bien, ya que pensábamos que los gatos y los perros nunca han tenido grandes relaciones, pero después de verse todos los días empezaron acostumbrarse, era curioso verlos, pero nunca nos animamos a juntarlos, hasta este pasado lunes, que Botas, el gato más pequeño, se animó a saltar la verja y venir a vernos, y esta historia aunque no sea de Disney sí que acaba como una de estas, ya que cuando mi Marido lo vio se asustó ya que la perra estaba muy encima de este, así que se apresuró a separarlos y se dio cuenta de que esta solo estaba chupando para limpiarlo, desde entonces conviven los tres felices en el mismo espacio de terreno.



¡La moraleja de esto es que nunca nos animamos a juntarlos por el dicho de “os lleváis peor que el perro y el gato”, Y sin darnos cuenta, ellos nos han enseñado que la pureza de estos tres animales supera con creces la del ser humano, ¡gran lección aprendida de tres grandes animales!